domingo, 7 de septiembre de 2014

La mujer que observaba el cielo.

En las lejanas tierras de Circularis habitaba una mujer sin historia, tenìa la particularidad de vivir cada dìa como si fuese el primero y el ùltimo. Nacìa al amanecer de cada dìa, miraba el paisaje como si nunca lo hubiese visto, descubriendo hasta el mas infimo detalle, feliz de poder conectar sus sentidos a tanta belleza. A medida que transcurrìa el dìa se iba transformando interiormente. Al comienzo, con el primer az de luz era una niña casì recièn nacida, y durante el paso del mismo iba a travesando por las distintas etapas de la vida, hasta  la llegada de la noche que hacia cayera rendida por el sueño, asemejàndose a una anciana. Dìa tras dìa se repetìa la historia, a no ser cuando se producìan los cambios de estaciones, ya que su vida era mas larga o mas corta segùn la ocasiòn.
El pueblo estaba habitado por ella sola y jamàs nadie habìa llegado a ese sitio. Oculto por grandes montañas y àrboles. Este lugar tenìa la particularidad de modificarse segùn los cambios de estaciones, durante el verano era selvàtico, durante la primavera era un valle de hierbas y flores aròmaticas, por el otoño un sombrìo paraje ventoso y durante el invieno cumbres nevadas y vegetaciòn lugubre hacìan del  lugar un paraje  inavitable.
Las lunas y soles salìan y se ocultaban sin pausa, solamente en esos dìas en donde las nubes, anunciaban  lluvia, el sol no iluminaba, y  las noches con ausencia la luna no permitian ver nada mas que oscuridad. Ella  desconcertada,se  sentada en una silla, mirando por la ventana como pensativa...la vida  se transformaba en  puntos suspensivos ...
En Circularis las luna y los soles  eran los astros que marcaban  el rìtmo de la vida de la mujer sin tiempo.

Desde la laguna imaginaria

Rocìo

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