En algunas oportunidades el dolor hace que nos evaporemos y dejemos de estar en nuestra forma, nuestro envase queda vacío, desabitado.
Nuestra alma vuela , nos abandona, estamos pero no estamos dejamos de ser una unidad. Nos fragmentamos, fluctuamos entre el querer estar y el sentir del corazón
y como pájaros volamos...lejos
la inquietud, el desasosiego no nos permite habitar el instante presente y con un anuncio de ausente, nos avisa que hay que esperar.
No es cuestión de voluntad, no... En algún momento volverá la paz, volveremos a habitarnos
y seremos nuevamente una Unidad Sagrada.
y seremos nuevamente una Unidad Sagrada.
Volveremos a nuestra forma a nuestro envase, a nuestra esencia.
" Todo pasa y todo queda pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo camino, camino sobre el andar"
Rocío Laguna

el dolor nos atraviesa, desde el instante mismo de nuestro nacimiento, nos excede. Las voluntades aparecen en otro plano, en la posibilidad de hacer algo con esa jaula que deja de ser pájaro, porque en la espera tiene que haber algo atrevimiento. Es así que nos seguimos habitando, siendo nuestros propios peregrinos.
ResponderEliminarQué bueno poder leerte,un abrazo!
Gisela
Que alegría, reencontrarnos!!!!!!!!!. Me gusta como escribís.
ResponderEliminarUn abrazo