domingo, 2 de febrero de 2014

Reintentar y finalmente nacer.

Las personas aprendemos en el diario vivir.
Acertadamente, en ocasiones, y erradamente, en otras, nos comunicamos o lo intentamos que no es menor.
Cuando estás sólo algo está pasando...y las preguntas abundan y estallan, explotan!.
Un listado de responsabilidades aparecen, los recuerdos te abruman hasta el cansancio.
Volver a empezar, una y otra vez para poder salvar, mejorar, y así llegar a una mejor comunicación.
Cuando las actitudes se modifican , añoras todo lo perdido y sufrís.
Cuando las presencias son ausencias, sentís dolor...
caminar solo para descubrir que pasa, ir solo a lugares para ver si podes relacionarte mejor...
o buscar acercarte con propuestas y estas no son aceptadas...
algo sigue pasando. Cuando nadie responde a tus llamadas o mensajes o no se acuerdan , algo estás haciendo erradamente.
Buscar respuestas, estar atento, no perder la pisada, seguir el camino es parte del encuentro, no bajar los brazos.
Tener esperanza, aunque sea de a instantes, recuperar la alegría son parte de las piezas del puzzle para volver a armarte como persona.
Intentar perder el miedo, recuperar la confianza, quererte, tal cual sos, dicen que es el comienzo.
El abandono es desgarrador...la perdida del afecto mata.
La brújula que marca la dirección es necesaria para no perder el horizonte.
Las miguitas que vas tirando para no perder el camino de regreso  también son necesarias para volver a tu centro.
El transito por el infierno  es duro, quema, pero es el espacio que a veces se habita por lo que se es, por lo que se hace o se hizo, para comprender, experimentar, crecer y luego vivir el cielo, el paraíso.  Ellos están  aquí en la tierra.
Tal vez lo que creemos vida no lo es, tal vez todavía no nacimos, tal vez...nos espera la vida en algún lugar...tal vez esto es un mal sueño una pesadilla.

R. Laguna

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