esperando y desesperando...
tratando de no soltar la cuerda,
no perder la esperanza y dejar que la maraña
lentamente se desenrede, tirando suavemente,
sin hacer nudos que sellen para siempre
el bloqueo.
Ser paciente y atento,
no lastimar ni juzgar,
simplemente poner la atención en el otro, el otro
que también soy yo...
espacio...
despacio
si se puede aportar algo que le de un masaje interior, aliento.
Fuerte, tremendo, parálisis.
la vida misma rejuntando pedazos de seres sufrientes,
hasta tratar de armar un ser, un ser viviente,
y no un sobreviviente.
volver al primer escalón...
volver a respirar, confiar...
aunque parece una palabra lejana,
casi ausente en el diccionario,
de mi realidad.
Desde la laguna de las infinitas incertidumbres y las sombras.
Gracias
Rocío Laguna
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