En ocasiones la negligencia, el desinterés lleva a situaciones irreparables.
Me tocó vivir una situación por lo mas desagradable, reiterar una vez mas lo que estaba sin hacer...como consecuencia, el manipulador se defendió queriendo, en primer lugar culpar al dagnificado y posteriormente, defenderse de un agresor( en este caso yo) que le estaba pidiendo nuevamente que realice una tarea puntual y vital. Después de varios intercambios el pedido y la situación se transformó en agresión y amenaza...una situación que se fue desdibujando, y el pedido original quedó perdido en un limbo, olvidado.
Situación que dejó internamente mal a todos las personas que estábamos en el lugar, para que finalmente, al retirarme de la escena, la persona en cuestión me pidiera disculpas al volverme a ver.
Esto genero una pausa, respiración profunda de mi parte y una nueva oportunidad.
Hasta donde lo humano aparece en una situación desde el error involuntario, y la humildad para reconocer el hecho, y cual es el límite o frontera en que la manipulación y la mentira hacen una intempestiva aparición para permanecer en la escena...
No sé si las palabras pudieron expresar con claridad la situación vivida, pero el cuerpo hablante tiembla todavía ,y la mirada turbia siguen hablando y presentes.
La importancia del dialogo constructivo, el reconocer de cualquier lado el error son curativos, nos permiten proyectarnos con responsabilidad al futuro, y nos hacen mas humanos, el enojo , el desencuentro, lástima nuestra alma y por ende nuestro cuerpo, y no conduce a nada mas que al dolor y la incomprensión.
Me propongo, invito, a dejar los egos de lado y comunicarnos desde el respeto y la salud recíprocos.
Desde la laguna del dolor emocional y físico
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